Cliente Perytas | Contrapericial caligráfica por firma enmascarada

En el post de hoy os vamos a hablar de aquellas firmas que realiza una persona pero que simulan no haber sido realizadas por esa misma persona. Lo que llamamos en el ámbito de las periciales caligráficas como firmas enmascaradas, firmas con disimulo, auto falsificaciones o firmas disfrazadas. Para ello, os vamos a contar el caso de un cliente real de Perytas, que acude a nosotros para solicitar un informe pericial caligráfico sobre una firma. 

¿Qué es una firma enmascarada o una firma con disimulo?

En el ámbito de las periciales caligráficas se entiende por firma enmascarada o con disimulo aquellas en las que el autor tiene la intención de deformar o enmascarar su propia firma con el fin de negar haberla realizado posteriormente.

Existen dos formas de enmascarar una firma, mediante una autofalsificación y mediante una anonimografía. ¿Qué diferencia hay entre ambos conceptos?

¿Qué diferencias hay entre la autofalsificación y la anonimografía?

La base de ambos conceptos es la misma, el autor de la firma realiza una firma falsa o irreconocible para no reconocer la autoría de la misma o no ser identificado como el autor

En el caso de la autofalsificación la intención del autor es NEGAR la realización de la firma. Estas firmas se caracterizan por cambiar los ángulos del trazo, “decorar o adornar” la firma o cambiar la forma de mayúsculas o minúsculas. 

Por otro lado, la anonimografía se realiza cuando el autor tiene la intención de NO SER IDENTIFICADO. Este tipo de firma se caracteriza por el cambio de escritura, mediante temblores, escritura impersonal o retoques.

Ahora que ya hemos desgranado las posibilidades que existen para realizar una firma enmascarada o con disimulo, vamos a volver al caso real de un cliente de Perytas.

¿Qué había pasado? ¡Antecedentes del informe pericial caligráfico!

Contacta con Perytas una abogada con la necesidad de disponer de un informe pericial caligráfico. ¿Su necesidad?, su cliente había suscrito un contrato de alquiler como arrendador de una vivienda y el arrendatario niega haber realizado sus firmas. La parte contraria había presentado un informe pericial calígrafo que dictamina que las firmas del arrendatario no habían sido realizadas por él.

La abogada nos solicita un estudio de las conclusiones realizadas por la perito calígrafo de la parte contraria además de un dictamen por parte de nuestro perito calígrafo. 

Pericial caligráfica de la parte contraria

Como hemos comentado, la parte contraria presenta un informe donde se concluye que:

En la página 19 del informe  “las firmas que figuran en el contrato de arrendamiento NO han sido realizadas por el arrendatario, son falsas”.

En la página 19 del informe “consideramos que las firmas dubitadas muestran características propias de firmas falseadas, han sido realizadas tratando de disimular la propia escritura de la mano que las ha plasmado”

En la página 10 del informe “la firma ha sido copiada siguiendo una que ha servido de modelo, o bien con disimulo de la propia escritura por parte de la mano autora”

Estudio de conclusiones de la caligráfica de la parte contraria

Una vez leído el informe de la parte contraria, el primer paso era realizar un estudio de las conclusiones. Como se ha podido ver, la perito concluye que las firmas del arrendatario se tratan de firmas falsas, con la posibilidad de que hayan sido autofalsificadas. Nos sorprende que en su informe no realice un informe sobre si la firma ha sido autofalsificada. En su informe, incluye en dos apartados (página 10 y página 19) la posibilidad de que sea una autofalsificación pero después no realiza un análisis sobre esta posibilidad.

Además, en el presente informe se detalla que la persona que posiblemente ha realizado la falsificación es el arrendador de la vivienda, sobre este detalle hablaremos en el siguiente apartado. Cabe destacar que en el informe de la perito contraria, sólo se habla de indicios y que la documentación indubitada es poco coherente

El análisis caligráfico de nuestro perito

Una vez estudiado el informe de la parte contraria, era el momento de iniciar el estudio de las firmas presentadas. 

  • Tras el análisis de las firmas, debemos destacar que las firmas dubitadas e indubitadas del arrendatario presentan claras coincidencias aunque tienen diferencias en cuanto a inclinación del trazo o agilidad.
  • En el caso de la letra M, se aprecian claras coincidencias y, la única diferencia son los trazos más angulosos. Uno de los elementos habituales de autofalsificaciones. Nuestro perito calígrafo indica que “tanto los ataques, como los montes y escapes son de idéntico trazado y morfología, siendo por tanto coincidentes.”
  • Respecto de la letra G, tanto las firmas dubitadas como las indubitadas presentan el mismo trazo, siendo en la firma dubitada temblorosa pero totalmente coincidente.
  • Por último, en la letra L, las firmas dubitadas e indubitadas son concordantes; ojal amplio y ancho y escape corto.
  • Además de las firmas dubitadas e indubitadas, el juzgado aportó un cuerpo de escritura donde detectamos un rasgo personalísimo en la unión de consonantes y vocales, lo cual aporta un gran valor a las conclusiones de nuestro perito calígrafo.

Las conclusiones del perito calígrafo de Perytas. El dictamen.

Analizado todo lo anterior, nuestro informe pericial concluye indicando que mostramos desacuerdo con el informe contrario, considerando que la firma realizada por el arrendatario ha sido realizada por él, pero con la intención de poder negarlo (firma enmascarada). Además, indicamos que las firmas no han podido ser realizadas por nuestro cliente ya que, la morfología de su escritura es totalmente diferente. 

¿Necesita un informe de un perito calígrafo por una posible firma enmascarada? ¡Contacte con nuestros gestores o rellene el siguiente formulario y le llamamos sin compromiso!

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